¿Qué es la disfunción eréctil?

La disfunción eréctil (DE) ocurre cuando un hombre no puede conseguir o mantener una erección firme lo suficiente como para disfrutar de una relación sexual satisfactoria. No estamos hablando de un fallo ocasional —eso le pasa a cualquiera—, sino de algo que ocurre con frecuencia o de forma persistente.

Este problema afecta a millones de hombres en todo el mundo. Y aunque muchas veces se asocia solo con la edad, lo cierto es que también puede aparecer en hombres jóvenes. Algunas veces es leve, otras más severa. Puede que no consigas ninguna erección, o que la tengas pero no sea suficientemente firme, o que no dure lo necesario.

La disfunción eréctil no solo afecta tu vida sexual. También puede ser una señal de que algo más está pasando con tu salud: problemas cardíacos, diabetes, tensión alta… Es la manera en que tu cuerpo te dice: “Oye, hazte un chequeo”.

Puede ser algo puntual o convertirse en algo más crónico. En cualquier caso, no es buena idea esperar a que se solucione solo. Cuanto antes consultes, mejor.

¿Cuándo acudir al médico?

Si solo tienes problemas de erección de vez en cuando, puede ser por algo puntual: cansancio, alcohol, estrés… Eso no suele ser preocupante. Pero si pasa a menudo, si empieza a afectarte emocionalmente o si ves que va a peor, entonces sí: habla con un médico.

Puedes empezar con tu médico de cabecera. También puedes acudir a un urólogo o usar una consulta médica online si te resulta más cómodo.

El médico te preguntará por tu historial, tus síntomas, te hará una revisión si hace falta y puede pedirte algunas pruebas. En función de todo eso, te orientará sobre el tratamiento más adecuado.

A veces, te dirá cuál es la causa más probable de tu disfunción: problemas vasculares, hormonales, psicológicos, neurológicos… o una mezcla.

Síntomas de la disfunción eréctil

Los síntomas más comunes son:

  • Dificultad para conseguir una erección
  • Problemas para mantenerla
  • Erecciones poco firmes

Además, puedes notar:

  • Menor deseo sexual
  • Pérdida de confianza
  • Cambios de humor
  • Problemas en tu relación
  • Ansiedad

Cuéntale al médico todos los síntomas, incluso los que parecen no estar relacionados. Cuanta más información tenga, mejor podrá ayudarte.

Causas de la disfunción eréctil

Aunque parece algo sencillo, una erección es el resultado de un proceso bastante complejo. Intervienen la circulación, el sistema nervioso, las hormonas, los músculos… y también la mente.

¿Cómo funciona una erección?

Dentro del pene hay dos zonas llamadas cuerpos cavernosos y una tercera, más pequeña, llamada cuerpo esponjoso, que rodea la uretra. Normalmente, estos tejidos están blandos.

Cuando te excitas, se llenan de sangre y se endurecen. Una especie de “envoltorio” llamado túnica albugínea ayuda a que esa sangre se quede ahí el tiempo suficiente para mantener la erección.

Tipos de erección

Hay tres tipos:

  • Erecciones reflejas: por contacto físico.
  • Erecciones psicógenas: por pensamientos o fantasías.
  • Erecciones nocturnas: las que ocurren mientras duermes.

Todos estos tipos de erección necesitan que tu cuerpo funcione de forma coordinada. Si algo falla —una arteria obstruida, estrés, un problema hormonal—, puede que aparezca la disfunción.

Causas físicas de la disfunción eréctil

Muchas enfermedades pueden afectar a la capacidad de tener una erección:

  • Problemas de circulación (arterias obstruidas, colesterol alto)
  • Presión arterial alta
  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedades del riñón
  • Problemas hormonales (como baja testosterona)
  • Apnea del sueño
  • Daños tras cirugía o radioterapia en próstata, vejiga o columna
  • Esclerosis múltiple o Parkinson
  • Enfermedad de Peyronie (curvatura del pene por cicatrices internas)

No siempre que tienes estas condiciones vas a tener disfunción, pero si la tienes, conviene investigarlo.

Medicamentos que pueden causar DE

Algunos tratamientos pueden afectar tu función eréctil. Por ejemplo:

  • Antidepresivos (como los ISRS)
  • Medicación para la presión arterial
  • Medicamentos para dormir
  • Tratamientos hormonales contra el cáncer de próstata
  • Analgésicos fuertes (opiáceos)
  • Medicinas para úlceras

Si crees que tu medicación puede estar afectando, no dejes de tomarla por tu cuenta. Habla con tu médico para buscar alternativas o ajustar la dosis.

Causas psicológicas de la disfunción eréctil

Nuestra cabeza influye más de lo que pensamos. La ansiedad, la depresión, el estrés o una mala autoestima pueden afectar directamente a tu capacidad de tener una erección.

Algunas causas mentales frecuentes son:

  • Miedo a fallar
  • Problemas de pareja
  • Sentimiento de culpa
  • Baja autoestima
  • Uso excesivo de porno (en algunos casos)

La mente y el cuerpo van de la mano, especialmente en el sexo.

Hábitos que afectan a tu erección

Algunos estilos de vida pueden influir negativamente:

  • Consumo excesivo de alcohol
  • Falta de ejercicio físico
  • Sobrepeso u obesidad
  • Tabaco
  • Uso de drogas recreativas

Cambiar estos hábitos no es fácil, pero es clave. Puedes buscar apoyo con un profesional de salud, un nutricionista o incluso terapia psicológica.

Factores de riesgo

Todo lo anterior no solo causa disfunción, también aumenta el riesgo de que aparezca. Y muchas veces se combinan. Por ejemplo, obesidad que lleva a hipertensión y luego a medicación que a su vez afecta a las erecciones.

Cuantos más factores acumules, más posibilidades hay de que los síntomas sean más intensos. Por eso es importante conocerlos y actuar cuanto antes.

Diagnóstico de la disfunción eréctil

Para saber qué tratamiento necesitas, primero hay que entender qué está causando el problema. Puedes empezar por tu médico de cabecera, un urólogo o incluso una consulta online.

Durante la visita:

  • Te harán preguntas sobre tu salud y tus síntomas
  • Puede que te hagan una revisión física
  • A veces se usa un cuestionario llamado Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF)

Cuanta más información compartas, mejor. Para los médicos, estos temas son parte de su día a día. No te preocupes, están para ayudarte.

Pruebas para diagnosticar la disfunción eréctil

Además de hablar contigo, puede que te pidan algunas pruebas:

  • Análisis de sangre
  • Ecografía para ver el flujo sanguíneo
  • Prueba con inyección en el pene (para ver si responde)
  • Test nocturno (para ver si tienes erecciones al dormir)

Con todo esto, podrán identificar cuál es la mejor opción de tratamiento para ti.

Tratamiento de la disfunción eréctil

Hay muchas formas de tratarla, y la mayoría funcionan bien. El tratamiento dependerá de la causa. Puede que necesites combinar varios:

  • Medicación oral
  • Cambios en el estilo de vida
  • Terapia psicológica
  • Dispositivos como bombas de vacío o implantes

También es importante tratar otras condiciones que puedan estar detrás, como la diabetes o el colesterol alto.

Medicamentos para la disfunción eréctil

Los más comunes son los inhibidores de la PDE5. Ayudan a mejorar el flujo sanguíneo al pene cuando hay excitación. No aumentan el deseo, pero sí facilitan la erección. ¿Cuál es el medicamento más seguro para la disfunción eréctil?

Ejemplos:

Comparativa de medicamentos para la disfunción eréctil

Nombre comercial Principio activo Dosis disponibles Tiempo hasta que hace efecto Duración del efecto
Viagra sildenafil 25 mg, 50 mg, 100 mg 30–60 minutos 4–6 horas
Cialis tadalafil A demanda: 5 mg, 10 mg, 20 mgDiario: 2.5 mg, 5 mg 30–120 minutos Hasta 36 horas
Levitra vardenafil 2.5 mg, 5 mg, 10 mg, 20 mg 40 minutos 5–7 horas
Stendra avanafil 50 mg, 100 mg, 200 mg 15–30 minutos 6 horas

Algunos vienen en pastilla, otros en formatos más discretos. También hay inyecciones como el alprostadilo (Caverject) o supositorios uretrales.

Otros preparados (BiMix, TriMix, QuadMix) combinan varios principios activos para ayudar cuando lo demás no funciona.

El médico decidirá cuál es mejor para ti. Si uno no va bien, se puede ajustar la dosis o probar otro.

Tratamiento psicológico

Si el origen es mental, o si el problema te afecta emocionalmente, la terapia puede ayudarte mucho. Algunas opciones:

  • Terapia sexual individual o en pareja
  • Terapia cognitivo-conductual

Muchos terapeutas están especializados en salud masculina. A veces, se combina la terapia con medicamentos para acelerar la mejora.

Cambios saludables en el estilo de vida

Cambiar ciertos hábitos puede prevenir la disfunción o mejorarla si ya la tienes. Por ejemplo:

  • Comer bien
  • Hacer ejercicio
  • Dormir mejor
  • Reducir el alcohol
  • Dejar de fumar
  • Controlar el estrés

Hazlo poco a poco. Empieza por un hábito, y ve sumando. Además de mejorar tu vida sexual, ganarás salud general.

Otros tratamientos

Si nada de lo anterior funciona o necesitas un extra, existen otras opciones:

  • Dispositivos de vacío: ayudan a llenar el pene de sangre. Se usan con un anillo para mantener la erección.
  • Implantes de pene: barras o dispositivos que permiten mantenerlo erecto.
  • Gel estimulante (como Eroxon): se aplica directamente sobre el pene.
  • Terapia hormonal (si tienes testosterona baja): puede incluir tratamiento con testosterona o alternativas como clomifeno.

Estas opciones no son la primera elección, pero pueden ser útiles si todo lo demás falla.

Consejos para prevenir la disfunción eréctil

Muchas de las cosas que la causan, también la pueden prevenir si se controlan a tiempo. Algunas no las puedes cambiar (como la edad), pero otras sí:

  • Controla enfermedades como la diabetes o la hipertensión
  • Cuida tu alimentación
  • Haz ejercicio
  • Deja de fumar
  • Duerme bien

Un estudio clásico en hombres entre 40 y 70 años mostró que el 40% de los de 40 tenía algún grado de DE, y el 70% de los de 70 también. Pero no es inevitable. Muchos hombres mayores mantienen una vida sexual activa y saludable.

Y ojo: la disfunción también afecta a hombres jóvenes. En 2013, un estudio encontró que el 26% de quienes buscaban ayuda eran menores de 40.

Cuida tu salud hoy, y tu cuerpo te lo agradecerá mañana.

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