
La disfunción eréctil (DE) ocurre cuando un hombre no puede conseguir o mantener una erección firme lo suficiente como para disfrutar de una relación sexual satisfactoria. No estamos hablando de un fallo ocasional —eso le pasa a cualquiera—, sino de algo que ocurre con frecuencia o de forma persistente.
Este problema afecta a millones de hombres en todo el mundo. Y aunque muchas veces se asocia solo con la edad, lo cierto es que también puede aparecer en hombres jóvenes. Algunas veces es leve, otras más severa. Puede que no consigas ninguna erección, o que la tengas pero no sea suficientemente firme, o que no dure lo necesario.
La disfunción eréctil no solo afecta tu vida sexual. También puede ser una señal de que algo más está pasando con tu salud: problemas cardíacos, diabetes, tensión alta… Es la manera en que tu cuerpo te dice: “Oye, hazte un chequeo”.
Puede ser algo puntual o convertirse en algo más crónico. En cualquier caso, no es buena idea esperar a que se solucione solo. Cuanto antes consultes, mejor.
Si solo tienes problemas de erección de vez en cuando, puede ser por algo puntual: cansancio, alcohol, estrés… Eso no suele ser preocupante. Pero si pasa a menudo, si empieza a afectarte emocionalmente o si ves que va a peor, entonces sí: habla con un médico.
Puedes empezar con tu médico de cabecera. También puedes acudir a un urólogo o usar una consulta médica online si te resulta más cómodo.
El médico te preguntará por tu historial, tus síntomas, te hará una revisión si hace falta y puede pedirte algunas pruebas. En función de todo eso, te orientará sobre el tratamiento más adecuado.
A veces, te dirá cuál es la causa más probable de tu disfunción: problemas vasculares, hormonales, psicológicos, neurológicos… o una mezcla.
Los síntomas más comunes son:
Además, puedes notar:
Cuéntale al médico todos los síntomas, incluso los que parecen no estar relacionados. Cuanta más información tenga, mejor podrá ayudarte.
Aunque parece algo sencillo, una erección es el resultado de un proceso bastante complejo. Intervienen la circulación, el sistema nervioso, las hormonas, los músculos… y también la mente.
Dentro del pene hay dos zonas llamadas cuerpos cavernosos y una tercera, más pequeña, llamada cuerpo esponjoso, que rodea la uretra. Normalmente, estos tejidos están blandos.
Cuando te excitas, se llenan de sangre y se endurecen. Una especie de “envoltorio” llamado túnica albugínea ayuda a que esa sangre se quede ahí el tiempo suficiente para mantener la erección.
Hay tres tipos:
Todos estos tipos de erección necesitan que tu cuerpo funcione de forma coordinada. Si algo falla —una arteria obstruida, estrés, un problema hormonal—, puede que aparezca la disfunción.
Muchas enfermedades pueden afectar a la capacidad de tener una erección:
No siempre que tienes estas condiciones vas a tener disfunción, pero si la tienes, conviene investigarlo.
Algunos tratamientos pueden afectar tu función eréctil. Por ejemplo:
Si crees que tu medicación puede estar afectando, no dejes de tomarla por tu cuenta. Habla con tu médico para buscar alternativas o ajustar la dosis.
Nuestra cabeza influye más de lo que pensamos. La ansiedad, la depresión, el estrés o una mala autoestima pueden afectar directamente a tu capacidad de tener una erección.
Algunas causas mentales frecuentes son:
La mente y el cuerpo van de la mano, especialmente en el sexo.
Algunos estilos de vida pueden influir negativamente:
Cambiar estos hábitos no es fácil, pero es clave. Puedes buscar apoyo con un profesional de salud, un nutricionista o incluso terapia psicológica.
Todo lo anterior no solo causa disfunción, también aumenta el riesgo de que aparezca. Y muchas veces se combinan. Por ejemplo, obesidad que lleva a hipertensión y luego a medicación que a su vez afecta a las erecciones.
Cuantos más factores acumules, más posibilidades hay de que los síntomas sean más intensos. Por eso es importante conocerlos y actuar cuanto antes.
Para saber qué tratamiento necesitas, primero hay que entender qué está causando el problema. Puedes empezar por tu médico de cabecera, un urólogo o incluso una consulta online.
Durante la visita:
Cuanta más información compartas, mejor. Para los médicos, estos temas son parte de su día a día. No te preocupes, están para ayudarte.
Además de hablar contigo, puede que te pidan algunas pruebas:
Con todo esto, podrán identificar cuál es la mejor opción de tratamiento para ti.
Hay muchas formas de tratarla, y la mayoría funcionan bien. El tratamiento dependerá de la causa. Puede que necesites combinar varios:
También es importante tratar otras condiciones que puedan estar detrás, como la diabetes o el colesterol alto.
Los más comunes son los inhibidores de la PDE5. Ayudan a mejorar el flujo sanguíneo al pene cuando hay excitación. No aumentan el deseo, pero sí facilitan la erección. ¿Cuál es el medicamento más seguro para la disfunción eréctil?
Ejemplos:
Nombre comercial | Principio activo | Dosis disponibles | Tiempo hasta que hace efecto | Duración del efecto |
---|---|---|---|---|
Viagra | sildenafil | 25 mg, 50 mg, 100 mg | 30–60 minutos | 4–6 horas |
Cialis | tadalafil | A demanda: 5 mg, 10 mg, 20 mgDiario: 2.5 mg, 5 mg | 30–120 minutos | Hasta 36 horas |
Levitra | vardenafil | 2.5 mg, 5 mg, 10 mg, 20 mg | 40 minutos | 5–7 horas |
Stendra | avanafil | 50 mg, 100 mg, 200 mg | 15–30 minutos | 6 horas |
Algunos vienen en pastilla, otros en formatos más discretos. También hay inyecciones como el alprostadilo (Caverject) o supositorios uretrales.
Otros preparados (BiMix, TriMix, QuadMix) combinan varios principios activos para ayudar cuando lo demás no funciona.
El médico decidirá cuál es mejor para ti. Si uno no va bien, se puede ajustar la dosis o probar otro.
Si el origen es mental, o si el problema te afecta emocionalmente, la terapia puede ayudarte mucho. Algunas opciones:
Muchos terapeutas están especializados en salud masculina. A veces, se combina la terapia con medicamentos para acelerar la mejora.
Cambiar ciertos hábitos puede prevenir la disfunción o mejorarla si ya la tienes. Por ejemplo:
Hazlo poco a poco. Empieza por un hábito, y ve sumando. Además de mejorar tu vida sexual, ganarás salud general.
Si nada de lo anterior funciona o necesitas un extra, existen otras opciones:
Estas opciones no son la primera elección, pero pueden ser útiles si todo lo demás falla.
Muchas de las cosas que la causan, también la pueden prevenir si se controlan a tiempo. Algunas no las puedes cambiar (como la edad), pero otras sí:
Un estudio clásico en hombres entre 40 y 70 años mostró que el 40% de los de 40 tenía algún grado de DE, y el 70% de los de 70 también. Pero no es inevitable. Muchos hombres mayores mantienen una vida sexual activa y saludable.
Y ojo: la disfunción también afecta a hombres jóvenes. En 2013, un estudio encontró que el 26% de quienes buscaban ayuda eran menores de 40.
Cuida tu salud hoy, y tu cuerpo te lo agradecerá mañana.
Viagra, Cialis, Levitra ayudan a lograr o mantener una erección. Estos medicamentos son eficaces para la mayoría de las personas que los prueban.
Recupera tu confianza con los tratamientos originales para la disfunción eréctil.
Tabla de contenidos
×